KonMari (ES)

¡Hola! Ésta página es para intentar a resolver dudas sobre el método KonMari™ (sí, es marca registrada!) y explicarte un par de cosas antes de que te decidas si es para ti o para nada y hasta luego. Además, mucha gente se ha leído alguno de los libros de Marie Kondo o sobre ellos en los medios de comunicación, muchos se han indignado con ello y una sencilla búsqueda en internet te dará montones de artículos de por qué el método no les gusta para nada, cómo Kondo lo tiene todo al revés y cómo no piensan en doblar sus calcetines tal como indica el libro. Normal. Con millones de copias vendidas, tiene que haber haters. Y todos los periodistas obligados a leer este bestseller para hacer una reseña sin el más mínimo interés han hecho su trabajo tal como han podido.

Yo soy consultora certificada del método KonMari™. Significa que he asistido al seminario de formación (en Abril 2018), y he tenido suficientes clientes de prueba para acceder al examen y certificarme en Febrero 2019. Y para mí lo siguiente es lo más importante si estás pensando en buscar la magia del orden al estilo de Marie Kondo:

Tiene sentido revisar tus pertenencias y organizar tus espacios sólo si tú quieres

Cómo sabrá cualquiera que haya compartido un piso o cualquier otro espacio con alguien, las relaciones con cosas y las nociones de orden difieren mucho entre personas. Y no pasa nada. Salvo que tus pertenencias ponen en peligro tu salud/vida o la de otros, en cuyo caso te puede caer una intervención por parte de servicios sociales, es tú responsibilidad. Cómo con cualquier otro aspecto de vida – trabajo, sueño, comida, deporte, relaciones, sexo, sustancias, etc. – hay mil maneras de vivirlo. Existe un rango muy amplo de viviencias posibles, y sólo muy pocas son claramente nocivas. Si estás bien, conviviendo felizmente con tus cosas, a lo mejor éste no es tu momento KonMari.

Dicho esto, si tienes la sensación que revisar tus pertenencias podría ser buena idea porque te agobian tus cosas, te falta espacio, te espera una mudanza, te intriga el concepto de vida más minimalista, te estás gravitando hacia hábitos de vida cotidiana más sostenible, o quieres iniciar una nueva étapa en tu vida, el método KonMari™ es una buena opción.

En la misma línea, no tienes poder para cambiar a otras personas. Por eso no se hacen tarjetas-regalo de consultoría o no se tira las pertenencias de tus familiares mientras no miran. La única manera de influenciar a otros es el ejemplo y ofreciendo tu ayuda si expresan deseo de revisar sus pertenencias y ordenarlas. Muchas veces el peso de las cosas es tan grande y el tamaño de la tarea tan intimidante que ayuda a tener un confidente, tanto para mover las cosas como para mantener los ánimos.

Los pequeños detalles son los menos importantes

La gran parte de las críticas que leerás sobre el método KonMari™ serán sobre detalles, él ya infame ejemplo de como doblar los calcetines, la sugerencia de no tener la botella de tu lavavajillas a la vista, la orden de deshacerte de toda la ropa que aparezca de manera inesperada después de haber revisado la categoría de ropa, etc.

Todos estos consejillos tienen su explicación en el universo de Marie Kondo pero no son el corazón del método. Por lo menos para mí las tres grandes ventajas del método KonMari™ comparando con los montones de otros consejos de como cambiar nuestras vidas para mejor son:

1. KonMari™ da un generoso permiso para ser nosotros mismos y, a la vez, para hacer un reinicio, un cambio que queramos. La idea, en principio un tanto esotérica, de enfocarse en alegría no es otra cosa que preguntarnos una y otra vez “¿Ésta cosa-actividad-relación es algo que quiero o necesito en mi vida? ¿Cabe en la vida que estoy construyendo?” De ahí que tan tranquilamente nos podemos quedar con nuestras rarezas y colecciones extrañas si siguen siendo queridas y deseadas y también deshacernos de aquello que no lo es, por muy normal o necesario que pueda parecer a otros. Sí, mucha gente, una vez dispuestos a hacer estas preguntas, se deshace de una cantidad significativa de sus pertenencias pero no es una meta de por si.

2. KonMari™ incita a marcar este reinicio como un evento, con un comienzo – al establecer una visión de futuro, i.e. el cambio deseado – y un final, al acabar con las pertenencias sentimentales. En el mismo tiempo, en ningún momento hay expectativa de que sea un fin de semana revolucionario que hará la magia. Una referencia promedia que da Kondo son unos seis meses para cumplir con todo el festival de organización desde principio hasta el final pero varía mucho. Al asumir que es un proceso y no una campaña puntual, se abre espacio entre las sesiones de organización para descansar (la fatiga de decisiones es real!) y también reevaluar las rutinas cotidianas y cerrar la época anterior con calma.

3. Las pertenencias como un punto de entrada para cambio personal resulta de fácil comienzo, doble utilidad, gran visibilidad y socialmente aceptable. Mientras yo creo que el resultado – un paso, grande o pequeño, hacia una vida más feliz – se puede conseguir por muchas vías (psicoterapia, arte, meditación, mindfulness, yoga, fitness, etc.), el método KonMari™ resuena con tanta gente porque (a) para empezar basta con cerrar los ojos, imaginar un futuro y luego juntar toda la ropa en un sitio, (b) una vivienda (o un cajón!) ordenada, ya sea sólo por poder descansar los ojos, de por sí es un alivio, (c) los avances son materiales y tangibles, ésto a su vez ayuda a mantener la motivación, (d) según que círculos, “estoy ordenando mi casa” es bastante menos chocante que estar alineando los chakras o haciendo baños de bosques espirituales, nuestras abuelas entienden la idea, de ahí que es un método también apto para gente aversa a lo esotérico.

El orden de las categorías de pertenencias sí es fijo

Aunque también puede parecer un capricho japonés, el orden de categorías por revisar tiene una lógica interna muy sólida. Ya que la base del método es reconocer cuales de nuestras pertenencias nos traen alegría, el orden de categorías está diseñado para que la gran mayoría de gente vaya afinando a su alegría-metro. Según nuestras personalidades, estilos e historias de vida, las categorías que resultan muy difíciles para unos serán un paseo para otros y vice versa. Se pasa tantas sesiones revisando una categoría como sea necesario.

Empezamos con la ropa porque la mayoría de la gente tiene bastante más de la estrictamente necesaria, porque normalmente sabemos muy bien cuales son nuestras prendas favoritas y también porque la idea de hacer una revisión del armario, especialmente al cambiar las temporadas, es una noción culturalmente cercana. Seguimos con los libros, ya más difíciles, especialmente teniendo en cuenta el gran rspeto que disfruta la bibliofilia en nuestras sociedades. Aún así, y teniendo en cuenta que no hay por qué deshacernos de ellos, los libros son aún manejables preguntándonos si volveremos a leerlo, si seguimos interesados en el tema, si es un título que queremos tener en nuestra casa. Luego vienen los papeles, que suelen ser muchos pero con directirces claras si son documentos que hace falta guardar para siempre, tienen una fecha límite o se puede proceder a hacer las mismas preguntas que a los libros. La cuarta es la mega-categoría de lo misceláneo (komono en japonés) que incluye todo lo que queda: cosas de aseo, escritura, hobbies, cocina, limpieza, etc. Suele ser la más numerosa y diversa donde las decisiones son más bien fáciles pero muy numerosas. Y acabamos con las pertenencias sentimentales: fotos, cartas, regalos, recuerdos, cajas de tesoros. Ojo, cualquier objeto con mucha carga sentimental – vestidos de bodas, libros heredados por generaciones y todas otras cosas que nos significa mucho más que su valor funcional – se trata en la categoría de las cosas sentimentales y no según su supuesto función.

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Si te resuena todo lo anterior, el trato es el siguiente:

Son sesiones de unas 4-5 horas con frequencia que a ti te venga bien, ya que hay gente que prefiere un festival de KonMari intensivo y otros a quienes le parece mejor hacer una sesión al mes. Estoy diponible tanto días laborables como fines de semana.

La cantidad de sesiones depende de la cantidad de cosas que tiene el cliente y del ritmo de cada uno.

Para que sea un servicio más accesible, ofrezco sesiones por un precio muy accesible, 75€ por una sesión.

Las condiciones descritas son para clientes de la área metropolitana de Barcelona; si estás interesado en tener mis servicios en algún otro sitio, ¡ponte en contacto conmigo!

En principio se repasa las pertenencias de una sola persona, ya sea una habitación en un piso compartido, un piso propio o sólo las cosas personales en una vivienda familiar. Sin embargo, se puede acordar que una pareja haga en paralelo lo individual (ropa, papeles, sentimentales) y junto lo común (cocina, baño, salón, decoración, etc.), u organizar las habitaciones de niños involucrando también a los pequeños.

Mi rol es acompañar y dar algunas sugerencias, todas las decisiones y la responsibilidad final son del cliente.

Salvo que haya un acuerdo previo de trabajar con más de una persona a la vez, conviene que sean horas sin presencia de compañeros, niños, mascotas para poder concentrarse en el proceso.

Podemos trabajar en castellano o en inglés (o letón si es algo que a tí te interesa).

Hay un orden establecido de trabajo y va según categorías de cosas y no habitaciones; el orden es: ropa, libros, papeles, pertenencias cotidianas varias (de aseo, de cocina, etc.) y pertenencias sentimentales.

Haber leído sobre el método – busca The Life-Changing Magic of Tidying Up / La magia del orden / La màgia de l’ordre – o haber visto el reality en Netflix te puede ayudar entender si es algo de tu interés pero no es necesario.

Avísame si te interesa vivir la aventura del método KonMari™ conmigo: luize.ratniece (a) gmail.com o por whatsapp +34 666 859 178.

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